yito

Parca

 

 

 

Labriega de los tiempos  impensables

descórreme el velo de tu arte

y en el  crisol de tus pulidos sables

arroja el corazón del que soy parte

 

Condúceme al sendero del sin nombre

entrégame a lo ardiente de sus fauces

y ocúltale al eterno que este hombre

reniega de la vida y de sus cauces.

 

No digas que mis manos en la guerra

acallaron la risa y la inocencia.

y ansío con fervor volverme tierra

que  hacer llorar a Dios con mi presencia.