Magenta82

Emily Rose

 

No sé si sentir lástima o gusto,

Al imaginarte escalando aparentes esperanzas,

No sé si sentir regocijo o fastidio, en realidad.

Al verte  utilizada como algo esencial,

Tan solo porque la mayoría de los eméticos lo posee.

Tal vez en tu pequeño mundo, eso es felicidad,

Conformándote con replicas de castillos luminosos,

En los cuales al tomarte de la mano y mirarlos,

Solo se refleja una mujer, una mujer que no eres tú.

Por más que intentes agradar con tu pizca de dama respetable,

Jamás lograras desbordar al extremo lo que yo,

Porque en sus más entrañables memorias al pronunciar tu nombre…

Me recordara, tu nombre que parece el de una exorcizada,

Carece del tono,  melodía y agrado con el que el pronunciaba el mío.

El te pidió un sí, porque yo le di un no,

En las noches en las que el sienta todo el ímpetu de poseer,

Probablemente se palpe más con su almohada,

Y al final yo estaré con él,

¿Por qué? Te preguntaras,

Porque él me lleva prendida a su piel y muy cerca de su corazón,

Para no seguirme o dejarse seguir, tendríamos que nacer de nuevo,

Y no tener remembranza alguna, o simplemente regresar el tiempo

Y no habernos conocido jamás.

No vengo aquí a detonarte presunción,

Sino a contarte un poco de lo que él siente y sabe

Y por supuesto tú ignoras.