Morir siendo pájaro
Revolotea sus alas para acercarse
a los
senderos pedregosos, y ver su
blanca capucha en el agua;
estando quieta
se bifurca cuando la toca con
su pico, difuminada está su
alma y su frente que
hoy marchita.
Los vientos alados me esquivaban.
Y tu ahí, tan desolada y ciega.
Alegraste las tardes, me dejaste
con esa amarga
costumbre de tu vuelo
hacia el alba.
Morir siendo pájaro, absoluto imperfecto.
Memoria de plumas que se las
lleva de a poco el viento.
Acaricié a voces tus espaldas.
Y tu ahí, tan desolada y ciega.
Respira y sigue jugando
con la oda a la lástima.
Ya jamas serás ala encarnecida, serás
estatua
de piedra y un paisaje de postal
quemado.
Si tu pluma me roza me sentiré agitado,
pero con respiro anhelado,
al costado de tu mano que solo
me dibuja.
Morir siendo pájaro. Absoluto imperfecto.
En mi jaula aburguesada que me oprime los sentidos.
La muerte no ha caído,
mi sufrimiento sigue vivo.
Y tu ahí, tan desolada y ciega.