Tu partida,
detuvo el planeta.
Las estrellas,
desaparecieron en la oscuridad.
El sol,
dejó de brillar.
De repente,
tu pequeña silueta apareció;
creando la luz
que muestra la ruta.
Eres,
el nuevo amanecer.
Eres el rocío
que va lavando con ternura,
los pétalos de mi corazón,
rosa que se abre al amor ilimitado.
Eres la brújula,
que orienta hacia el interior;
ese espacio mágico,
donde habitan los recuerdos,
objetos valiosos
que sólo tú sabes rescatar.