Temo la noche porque me subyuga
temo la noche porque me atenaza
porque me embriaga con su elixir ardiente
porque me arrastra en sus espumas blancas.
Busco la noche, la espero y la deseo
y la pasión me envuelve y me desborda.
Los labios secos de no besar sus labios
la boca ardiente sedienta de su boca.
Noche de amor de besos sin mesura
donde mi cuerpo y tu cuerpo se desgarran
donde tus dientes me devoran fieros
donde tus manos en mi vientre claman.
Temo la noche porque allí me esperas
agazapada detrás de las estrellas
y me posees, me tomas me deshojas
Yyme viertes en blanca catarata.
Busco la noche porque allí te encuentro
bella, ardiente, desnuda y entregada.
Con los pechos ardiendo en pie de guerra
Y tus bocas de fuego enamoradas
que me inundan me arrastran, me desnudan
Que me empujan a odiar la madrugada
Y a perder el sentido y los sentidos
enredado en las sedas de tu trampa.