Quiero pedirte este día
que niegues, todo el pasado;
que cantes con alegría
y olvides, que yo he llorado.
Que venga la lluvia fría
y deje el campo mojado,
y luego que la sequía
haga morir lo sembrado.
Que cada noche sombría
traiga la luz, a tu lado;
y si te sientes vacía
vengan, tus seres amados.
Que todas las fantasías
dejen tu mundo regado,
de risas y algarabías
con alelíes morados.
Que en la mañana tardía
el viento, no sople airado;
y todo el que pecaría
quede de culpas expiado.
Que acaben las agonías
de todos, los desdichados;
y en la vereda sombría
pueda besarte calmado.
Te entrego esta vida mía
sabiendo, que la has robado;
era una la que tenía
y sin ella, me has dejado.
Que importa si yo sufría
o quedo desconsolado,
o en la sabana baldía
mis restos queden regados.
Así era que yo quería
dejar, mi final contado;
te juro que moriría
feliz, por haberte amado.
Franklin Joel Blanco Aparicio.
Villa de Todos los Santos de Calabozo.
Venezuela.