Emilio, el Animal cristiano.
En la ciudad emprendedora y progresistas solo las ratas pasan miseria. Pero eso da igual hermanos, porque según los burgueses esos que pasan hambre son solo unos animalejos feos, maleducados y degenerados. Carentes motivación, formación, y sobre todo amorales que viven en un estadio primitivo animal, por eso llaman a este colectivo en la ciudad educadora: ratas.
Forman una minoría desorganizada carente de método, luces y sobre todo: de alguna razón para vivir. Sin embargo se resisten a morir pese a que los desmoralizan al máximo.
Siempre andan mugrientos, nerviosos, saliendo y entrando de cualquier agujero para colarse el estado de bienestar. servicios sociales, cáritas, la cruz roja. Y lo hacen pensando, Dios Santo, toda suerte de actos violentos , disparatados y sexuales que la literatura, los diarios, la televisión, los economistas reflejan muy bien.
Por eso al parir María de los Reyes que compartía escalera, mientras esperaba ser desahuciada, con gente educada y formada, simpatizantes del ala más a la izquierda progresista, recibió la enhorabuena por el nacimiento de su hijo cuando aconteció este, pero a escondidas, claro, la gente hacia otros comentarios:
Ya ha parido la rata.
María de los Reyes al sentir la vida de su pequeño retoño moreno, con el hocico aplastado, y lanzándose nervioso con sus ojillos cerrados, aullando de forma salvaje hacia su pezón rebosante de leche como una bestia hambrienta, luchando su pequeño mártir nacido con pelo de mohicano que se aferraba con todas sus fuerzas por sobrevivir entre sus pechos.
pensó Mari Reyes:
será hijo de Mohammed de Uixó o del gitano Meriendas de texas.
Pero eso daba igual hermanos, porque ninguno de estos dos caballeros sin par iba a volver con la rata madre a cuidar al pequeño ratón.
La naturaleza se encargara de él, el engendro es bueno para la naturaleza. Es lo que dijeron sus padres putativos cuando supieron la fatídica noticia alejándose lo más posible de la calle de Mari Reyes. Su presencia antes placentera, pasó a inquietarles. Al fin y al cabo hermanos eran hombres y tenían corazón.
Mari Reyes, que era muy creyente en Cristo quería bautizar al chiquillo, pese a que el cura de la ciudad educadora no quería, pero insistió tanto que al final lo bautizaron.
Te llamaras Emilio- exclamó el sacerdote ante una congregación de canis ofreciendo el chiquillo como si fuera un lobo a sacrificar ante el altísimo mientras la bestia perecía satanás al que le anunciaran que dejaba el infierno para vivir en un convento de los llantos que portaba.
Pasaron varios estadios educadores antes de que María de los Reyes abandonara definitivamente agotada la educación de Emilio que le quemaba con colillas las pantorrillas.
La infancia de Emilio fue difícil hermanos.
Aislado del entorno sano, higiénico del mundo burgués que le rechazaba y lo trataba de delincuente , Emilio tuvo que crear nuevas reglas, y asimilar las del barrio, las suyas no fueron reglas de multiplicar, ni dividir hermanitos míos.
A los 12 años Emilio fumaba, a los 13 se drogaba con su camello y las 14 años robó un vespino para ver su novia que vivía en la ciudad activa que estaba junto la ciudad emprendedora y había sido desvirgada por su tío a los 11 años.
Emilio conocía todos los caminos de los viveros de empresas, sabia rodear las escuelas, los institutos, por eso la policía local que iba tras él para meterlo en un internado de emprendimiento no lo cogían nunca.
Emilio inspiro a toda la sociedad burguesa de la ciudad emprendedora cuando atracó a un obispo. Se pidió al fiscal de Nules que se elevaran las penas al menor, y fueran incluso a la cárcel en vez de a un reformatorio pidiendo 3 años de cárcel para Emilio. Los pedagogos del diario mediterráneo y del ABC acusaron de terrorista a Emilio y la izquierda progresista reaccionó rechazando al muchacho y poniéndose del lado de la derecha para que no les acusaran de ser ellos los incitadores y apologéticos de semejantes acto aberrante.
Emilio estaba nuevamente aislado, entre rejas.
Sin comprender que había hecho mal por mucho que el psicólogo de la prisión le intentara educar planteando a Emilio tareas a solucionar como concepto de bien y mal , y le explicaba sin éxito que la gente tiene un contrato social para no agredirse.
Angelillo de Uixó.
quizás no este preparado para dar clases de filosofía a una amiga que estudia en la facultad de valencia trabajo social y con la que estuve ayer leyendo el Emilio de Rousseau del que se tiene que examinar, esta tarde debo volver a subir y terminar con el capitulo I del Emilio. Estoy impaciente. También tengo que ir a ver un trozo de tierra que me ofrecen para trabajar. Una vuelta a la naturaleza, Oh que hermoso proyecto el mío. Volver a la naturaleza. Quiero decirle a mi amiga si quiere formar parte de este proyecto, podemos leer juntos en la hierba el Emilio.