Yo te voy a vagar por la gala de tu cuerpo
beso a beso por tus requiebros ribereños
hasta hallar la fuente donde tus ríos afloran
a que ahoguen mis deseos y mueran mis suspiros.
Vágame tú por la arboleda de mis pensamientos
con tus manantiales de savia, límpidos
haciendo crecer ávidos de ti, mis abedules
antes que el invierno con el hielo llegue.
Crezcamos juntos un árbol nuevo
regocijando con tus caudales mis raíces
y así, sin que lo llamen, el zorzal vuelva
a entonar alegorías a mi pasión y a tu belleza.
Delalma
24 de febrero de 2016