Me encontré una morena
sentada en la banqueta
con mirada coqueta
propicia la faena
para unn conquistador
Yo le ofrecí el cielo y las estrellas,
le ofrecí fidelidad,
amarla con locura
pararla frente al cura,
y tantas cosas bellas
que dio mi creatividad;
Ella me vio con ojos de espanto
y guardó silencio;
arremetí con el cortejo
y le ofrecí un cielo como espejo
aromático a incienso
y yo amándola tanto
Vi en su rostro
la desesperación
y pensé: este es mi momento
pero para mi decepción
sintió en el aire olor de condimento
alzando la nariz tras él se alejó