¿Quién habrá prendido en llamas
La piel de los niños pobres?
Su pan de todos los días
Es el hambre de sus noches.
Maldito mercado libre
Que a los martillos y hoces
Nos puso un dogal al cuello
Repleto de explotadores.
Es la rutina diaria
Que incendia hierbas y robles,
El tedio que nos latiga
Y que acalla nuestras voces.
Es la muchedumbre absorta
Que evade en televisores
La rabia que nos revienta
Y el odio que nos imponen.
¿Quién ha teñido de negro
La piel de los niños pobres?
¿Quién puso a bailar sus huesos
En polvo de pasodobles?
Maldito mercado libre
Que se refleja en la dote
De las mansiones bruñidas
Que tienen los opresores.
Nadie levanta sus manos,
Somos carne de los montes
Y a raíz hemos quemado
La piel de los niños pobres...