Yo en un jardín vivía muy feliz,
había una gran ventana
por la que me miraba siempre
un bello señor,
él la abría y me recibía
con su amor,
y yo volaba alrededor de él
dándole mi calor.
Pero un día la luz apagó,
sus lindos ojos
no me quisieron ya ver,
la ventana cerrada permaneció
y él muy pronto olvido mi querer.
El cielo se tornó gris,
no tenía donde esconder mi dolor,
el fuerte viento a mí me tumbó
y mis frágiles alas la lluvia quebró.
Conocí por esa ventana
un mundo de amor,
siempre esperaba
que cayera el sol,
porque él ahí
desbordaba su pasión;
pero cometí un grave error
y algo en su pecho
por mi se murió.
Hoy ese jardín
ya no tiene sol,
todas las flores
empezaron a morir,
la última esperanza
ya no renació,
pues él ya nunca
el ventanal abrió.
Volaré cerca
a mirarlo salir,
sé que en su mente
yo podré seguir,
la triste mariposa
que fué tan feliz,
enamorada de un hombre
que la hizo sufrir.
Abrirá más ventanas,
a muchas enamorará,
pero sé que dentro de su alma
su amor por mi no morirá.
YOLANDA BARRY.