Te soñé sentada en un sillón desnuda
y mis labios te besaban suavemente
con un beso que te hacía reír…
y yo desnudo por tu risa volaba.
Y dije tantas cosas…
y soñé tantas otras…
que te besaba con toda la boca
que no te daba tregua.
En ese espacio del sueño
venías a vencer mi cuerpo
a enseñarme todos los pecados
y alzarme en tormentas.
En ese sueño duermes extenuada
porque lo hicimos todo,
me despierto, no te encuentro,
y ahora sé que no hicimos nada.