Decrépito dolor que nunca la olvidó
Obligándola a vagar en la soledad del desamor
por compartir vida con tan oscuro ángel del dolor
su alma blanca y pura no por mucho aguantò
la torturaba con fría soledad y sus lágrimas
nunca más, felicidad destellarán!
Oh, mi dulce Ángel! Permíteme soñar y deja que deje de vagar,
mi frágil corazón no aguanta un dolor más.
Oh, mi dulce Ángel! De la perversión y la locura acaba con el dolor de tú compañía con un sutil corte
suave, dulce y gentil como lo son los
susurros del viento, y el movimiento de las copas de los árboles. Termina con este cruel sentimiento en mi blanca y tibia muñeca y libérame!
me hizo danzar