Erizaste mi alma, y a mi cuerpo hiciste temblar; y del recuerdo a ese momento donde el deseo se hizo escapar, me llevaste hasta el tormento donde mi piel te pedía más.
Amanecer
-Llegaste serena, ¡plena de tus ansias!, por buscar no recrimino las mías de libertad, mas sin que hablar reclamaste de a un solo suspiro, presto yo te cumpliera las ganas de volar.
Sanzsant
Las fuerzas iba entregando, y en el deseo ansiado me perdía más...
tus labios me corrompían, ¡ mi cuerpo quería estallar!.
Amanecer
-¡Oh, amada!, dulce amada mía... que dichoso es el recuerdo que en mi habita desde aquel día!, tornaron erguidos tus alcores con el beso de mis labios, y mil caricias te ofrecí con las palmas de mis manos.
Sanzsant
Tus manos inspecionaban, mi cuerpo querían hurgar; mas cada rinconcito que hallaban, me lo hacían exaltar...
Amanecer
-Suave perdiose mi mano en tus pliegues, mi ser presintiera el más profundo deseo, por que de mi boca brotaran impávidos restos, que en la humedad de mi lengua embelesaran tu cuerpo.
Sanzsant
Esa lengua travieza que me hace recordar, los momentos que pasamos y mi cuerpo hacían vibrar, alborotos de sollozos y gemidos sin parar.
Amanecer
-Tus gemidos a los míos sembraran gozosos nuestros cuerpos, conocieran de ese amor que se palpa sin hablar, que en el cielo llameante sin más se hace presente... mas el cuerpo y a la mente hicieran nos temblar.
Sanzsant
Así pués; y bien dispuesta a los recuerdos por si quieres aclarar, punto alguno que en mi mente vida mía yo no pudiera recordar...
Amanecer .....☆☆