Hagamos un buen pacto. Tú me dices
aquello que de mí menos soportas,
volvamos a ensayar distancias cortas
sin tapujos, engaños, ni matices.
Yo bueno soy, tú noble, los dos somos
resultado de distinta educación,
gotas las dos, monocromas, del montón,
de este álbum que es la vida, meros cromos.
Rehenes ambos somos de algún vicio,
yo más que tú, quizás, no sé, no importa,
¿competir para qué? si eres la aorta
que lleva nuestra sangre al precipicio.
La disputa es la oruga que carcoma
e insertándose va en su beneficio,
cuanto más permitamos que ella coma
agrandando ha de hacer ese orificio.
Que tengas tú o sea yo la perra gorda
es discusión banal, no viene a cuento,
la lumbre agradecida está al sarmiento
aunque las chispas salten por la borda.
©donaciano bueno
http://www.donacianobueno.com/