Llegaron como una sombra
Los aviones homicidas
Sobre los techados pobres
De las casas de Gernika.
Allí fue el crimen más alto,
Allí el fuego y la ceniza.
¡Allí sobre los escombros
Y sobre las negras ruinas
Tiñeron en sangre negra
Las manos de Euskal Herria!
Sonaron canciones patrias,
Cementerios de mentiras,
Palabras y más palabras
En contra de esos fascistas.
¿Y qué fue de aquellos niños,
De aquellas tempranas niñas
Que amanecieron con sueño
Y durmieron de por vida?
Zelako heriotza zen
Haien hil egin zituena.
Gernikan bai, militarrak
Hil egin zituen ametsak.
Ahora un hombre llora plomo
Porque sus ojos no miran,
Ya sólo evocan el miedo
Junto a la voz de una brisa
Que resuena a bombardeos
Y aún apesta a gasolina.
Hicieron tan bien su crimen
Que ni la tierra lo olvida.
Llegaron con subfusiles
Tras esa carnicería
Para imponer su mandato,
Para actualizar las listas.
Malditos sean, joder,
Malditos y más maldita
La guerra que ellos ganaron
Mientras la razón perdían.
Zelako heriotza zen
Haien hil egin zituena.
Gernikan bai, militarrak
Hil egin zituen ametsak.