Siento que la idea se anuncia suave
en una especie de aleteo de mariposa
que uno sólo fotografía o dibuja rápido
antes que se deshaga o se esconda.
Es más preciso que una premonición
porque cuando viene y cuando llega
la siento en mi y en donde estoy
envolviendo todo, transparente.
Entonces uno afina el oído y el ojo
porque hay que ver y oír al mismo tiempo
algo que está adentro y fuera de mi mismo
que me hace sentir sabio, pintor y bueno.
Y uno siente que vive en un país luminoso
un apacible territorio con rezos de pincel
y música de cinceles extrayendo figuras
del fondo de las maderas y la piedra.
Sólo que a quien uno tiene es a ella
una dulce sensación de amor por todo
una experiencia de sentirse un santo
envuelto en la música de sus palabras.
Sintiendo el susurro de su voz de viento
en medio de una serenata de mil idiomas
cantando de amor, de esperanza y paz
Su lenguaje está hecho de algodones.
Sí, uno sabe cuando viene, la percibe
que nos pide que le demos un tiempo
para verla bailar en la pista del silencio
y escribir su canto fino dulce y sabio.
Se que es la poesía, palabra celestial
mezcla de oración, trabajo y arte
forma para ver bajo la piel de las cosas
alto y profundo a la vez, como un salmo.