No es mi dicha
la que encuentro en tus ojos
No hay texto
que quepa en mi alma,
cuando entiendo que salen dormidas
las almas de las pérdidas humanas
en placeres a solas
encanto de cosas que no se disuelven
dudas que cantan y besan
las aguas que no te surgen del cuerpo en oleadas
por no besar los botones debidos
Comer de tu aliento Y
beber tu saliba
caminar en cuclillas
rodeado de piernas
y rogar para que llegues de la misma manera
colmado de ardores
las llagas del alma
desde ese umbral
de exotismo de mi piel