A Francisco Lazo Martí.
Poeta de verso fino
nacido de la ternura,
fuiste turpial por tu trino
y alondra, de la llanura.
Fue Calabozo el camino
sendero de la fragura,
quien sazonara el destino
colmado, de prosa pura.
Ya no será pueblerino
tu copla casta y madura,
y sobre un mar cristalino
navegará, su hermosura.
Las notas del viento alpino
dan al palmar su frescura,
y en el alféizar de pino
sube hiedra, por las molduras.
Dime; ¡Oh bardo campesino!
¿Dónde la espiga madura?
¿Por qué el amor es divino?
¿Por qué mi pena perdura?
Frágil rosa color vino
que mueres con gran feúra,
y con tu traje de lino
vas a llorar, tu amargura.
Ya no hay ganado bovino
que paste por la espesura,
y el arrendajo ladino
ya no se ve, ni en pintura.
En el patio el josefino
no viste tierna rojura,
porque un poeta genuino
lejos murió, de su llanura.
¡Vuelve a rondar tus caminos!
¡Caminos que el sol calura!
¡Y en el verdor del espino
nazca la Silva futura!
Franklin Joel Blanco Aparicio.
Villa de Todos los Santos de Calabozo.
Venezuela.