Bien pueda el vaquero aprender,
mucho más de su caballo,
De sus bríos, su vaivén,
su generosidad y desenfado.
Claro instinto y dignidad,
fuerza, nobleza y trabajo…
Bien pueda el vaquero aprender,
mucho más de su caballo.
Es el caballo, un noble ser,
ágil, veloz y nada ufano…
Bien pueda el vaquero aprender,
de su coraje y buenos tratos
Sencillez y calidez,
elegancia y desparpajo.
Bien pueda el vaquero aprender,
mucho más de su caballo.
Es belleza, sin vanidad
Es energía, sin un descaro
Es valor, sin ferocidad
Y las virtudes de lo humano.
Aún sin vicios, ni maldad...
Sin dobleces, ni desencantos.
Bien pueda el vaquero aprender
Mucho más de su caballo.
En el tenue abrevar de la vida...
Le veo silente y pausado,
bebiendo sólo agua viva.
Dejando a un lado lo malo.
¡Ay! Si pudiera aprender
Mucho más de su caballo…
Sabría ser como es…
La amistad de un hermano.