No se fijen en mi tez morena,
-Nos dice el Cantar de los Cantares-,
Nunca soy toda mala ni buena
Soy errante de todos los mares;
Me han quemado los rayos de sol,
Las ásperas sendas de la vida,
Do me ha sometido la pasión:
Apego a los bienes sin medida;
Fraternas ánimas dominaron
Con fuerza se impusieron en mí,
Sus miles de anhelos me dejaron,
Con sus viñas me comprometí;
Y mi viña no pude cuidar,
Me perdí entre mil penas ajenas;
El noble amor tuve que dejar
Y alargar mis angustias y penas;
Oh dulce amor, tú eres mi verdad,
Dame fuerza, volveré a mi sino,
Será mi alma de amor un altar:
Eres libertad, vida y camino…