Ante el naufragio restallante me inundé de silencio
Entré a un mundo tan huérfano que olvidé a todos
La bruma apiñada, firme, terminó con recortes de deseos
Más neutra que mi indiferencia esperé como esperaba al eterno histórico
Nada acontecía, y decodifiqué mi propia vida
Hasta las olas sombrías yo insistía
Cuando la tempestad fue tenaz, vencida, supe que ya no podría extraviar estigmas.