Ahí estas,
parada, inerte,
callada como las hojas:
llenas de gracia,
teñidas de otoño,
esperando algún pasado...
Tal vez, el viento escondió tus palabras,
o el sol marchito tus ganas.
Quizás, ningún corazón
pudo leer tu lenguaje celestial
que brotaba de los albores de tu alma
inmensa, incomprendida.
Admiro tu sencillez.
Como los pájaros,
pintas las mañanas
con solo tocar con tus ojos el cielo.
Tus manos,
nacidas para abrazar estrellas
Deja callar el silencio gastado por el tiempo.
Hay alguien que espera por vos mas allá de los espejos..