Mirada triste y perdida
ella desprendía por todos sus
agujereados poros que en su
piel yacían.
lágrimas agusanadas la invadían
con tormentosos lamentos por un amor
que dejo escapar por cobardía.
Obteniendo una cruel eternidad de felicidades
vanas, egoístas y de mentiras.
Oh cielo! que todo lo ves
La abandonas a los tormentosos lamentos
de tus infiernos, arrastrándola
al desamparo de su lecho de amor
con un cuerpo sin vida.