Se desata esta pasión tan excitante
al pensarte en mí lecho,
cuna de refugio es tu pecho
que me hace un ser radiante.
Tu aliento tan divino en mi boca
es un jugo al azar, exquisito manjar
ese que provoca y abastece de miel
mi lengua al amar y mi sexo lubrica
al instante y te pienso rayo, sol,
hechizo, marea, fuego, volcán
que se derrite en mis caderas
y me hace estar en ebullición
constante, eres esa pasión
que se siente impactar
sin que tengas que dilatar el tiempo,
eres la luz de mi candil, tormento,
eres fuego que comienza abrir
cuando mis ojos se cierran
sin pensar dormir,
eres la saliva caliente que quiere salir.
Eres pasión que aterra y se desea,
como esa tentación que muchas veces
viene de tu interior, te estremece de placer
y te llena de calor
sin que se vea, sin que se pueda creer.
Te pienso amor en una noche
esplendorosa, donde hacemos
con nuestros cuerpos
una de las siete maravillas
más preciosas.
Te pienso gozándome
en todos los extremos
y mientras más
nos miramos, en el delirio nos perdemos.
Exigimos tantas postura
que a nuestros cuerpos giramos
y hacemos mil travesuras.
Te pienso inquieto y travieso
contando mis sueños
que ya son realidades
y entre gemidos y gemidos
nos damos cuenta que jugamos
entre malabar sin estar escondidos.
Te pienso arriba de mí
y en mil posiciones nos ponemos,
girando los delirios que nos aprisionan
y nos damos cuenta
que la tierra es redonda,
porque al mismo punto volvemos.