La pradera hace que mi alma
se llene de paz,
una paz intensa y profunda
como el hermoso mar,
una pradera con su verde limón y
el perfume de sus flores,
aquellas flores que adornan
y embellecen el paisaje,
con sus diversos colores,
parece como si mi alma
estuviera reposando sobre ellas.
La alegría que invade mi corazón,
es como la alegría de las mariposas
que revoletean sobre sus perfumados pétalos.
La pradera hace que me olvide del dolor,
de la pobreza, de los problemas,
son instantes de alegría,
de riqueza espiritual,
todo es más fácil,
mi rostro se ilumina de alegría,
mis ojos se deleitan viendo tanta maravilla.
Quiero quedarme eternamente en la pradera,
hace que crea en Dios,
que verdaderamente existe
que el me ama y alivia mi dolor,
alimenta mi alma con su amor,
hace que siga luchando,
todo es más fácil si confío y tengo ffe en él.