Cerrar lo ojos era lo más importante.
No respirar era esencial.
no moverse era más que conveniente,
y así, las campanas de media noche
con sus macabros repiqueteos; su presencia anunció
Rociando de sentimientos de terror toda su habitación
No respirar, cerrar los ojos y no moverse.
Frente a frente con tan odiada malevolencia
Gotas a gotas, lágrimas de sus mejillas resbalaban
Haciendo estremecer la tranquilidad de sus aposentos
y al bajar la mirada allí estaban, sus blancos
Ahuesados y fríos pies que ya no le pertenecían
abandonándola con sus débiles sollozos y el eterno miedo
Provocándole insólitos suaves, elegantes y sombríos
Movimientos
Oh, vesánico Boogeyman!!
Que noche tras noche a su cuerpo poseía
Con sus adorables garras que a sus
Entrañas desgarraba y extrañamente a ella
Le encantaba.