Divagando por mi mente
me encontré con tu recuerdo (¡cómo siempre!),
sonreí solamente y tomé mi pluma de nuevo, porque creéme:
Hay algo en tu sonrisa que provoca en mi miles de versos.
Éstos locos sentimientos
que no aprenden a callarse
y buscan siempre el medio
para de algún modo
hacerse notar ante ti.
Tú, bonita,
te volviste mi droga perfecta
y aunque sé que no te necesito
!no quiero vivir más sin ti!
Llámalo capricho, como debas o quieras
pero la verdad es que yo descubrí en tus ojos
la chispa que me puede hacer arder,
por eso y por cien mil motivos más
nunca te quisiera perder.
Aunque si nos ponemos de realistas
sé que las llevo de perder
¿yo qué te podría ofrecer?
Nada seguro, es verdad
pero lo que te ofrezco,
es todo lo que tengo;
lo que tú conoces,
es todo lo que soy.
Hoy, siento que el perderte
sería peor que perderme a mi
y eso para nada significa que voy a retenerte
si quieres irte ¡vete!
pero no vuelvas nunca más,
estás en tu derecho
simplemente es tu libertad;
pero si prefieres quedarte ¡quédate!
pero no te vallas nunca más...
¡No sabes cuan feliz me harías!
Sólo tú:
Serías el mejor motivo para sonreír a diario;
Sólo tú:
serías mi musa, mi reyna, mi doncella;
Sólo tú:
serías el calor ausente de mis noches frías;
Sólo tú:
la brisa fresca de mis acalorados días;
Sólo tú serías indudablemente,
la melodía perfecta para el resto de mi vida...
E.Ortega