Walter Kuhry

Fantasmas de domingo

En la sonrisa jornalera de tu vino,

se desperezan los sueños sepultados,

y al rescatar en cada copa algún pasado,

le estás pulseando al olvido tu destino.

 

Y cuando en la mesa changarina de tu rancho,

lo poco se reparta entre tus hijos,

estará el dolor, en un río tinto, como siempre ahogado,

un río ancho y demasiado amargo.

 

Se vendrán las sombras, antes dentro tuyo que sobre las casas,

llegará la noche y será más noche para tu mirada,

y una vez más ganará el olvido la pulseada;

y se irá el domingo junto a tu sonrisa,

mientras tu amargura, esa...nunca pasa.