Cyrene

Pesadilla

Trazo el desgarro de la carne,

mohín oscuro el dolor y sus punzadas,

dormito bajo las fauces de la noche

que devora la fatiga hasta hacerla cristal en el costado.

 

Corro, como a cámara lenta,

y llego al lugar donde el agua desampara,

bebo y bebo,

nada,

es de lo que me lleno,

agonizo exhausta ahogada en mi propia sombra.