Es oscuro y eterno
Aquel sendero de la perdición
Lugar de los lamentos:
La terrible, recóndita prisión;
Se oye el crujir de dientes,
Es hoguera de grandes proporciones,
Do están los inconscientes
Con sus resquebrajados corazones;
Nadie puede escapar,
Pisoteados por enorme rueda,
Sólo se oyen llorar,
Almas que viven su eterna condena;
No, nunca fui al infierno,
Ni Virgilio me guió con su gran luz,
Sólo voy a tu lado
Sufriendo así como sufres tú o tú…