Aldana C.

La mitad de mi luz.

Cerrar los ojos y fluir con el viento.
Colores que vuelan y maquillan sueños.
Vida más viva que nunca.
Esperanza inagotable.
Hambre de mundo y de calles: ¡vamos a saciarte!
Transformar el cuerpo en plumas, alivianar los miedos y llegar hasta vos.
Dormir bajo el sol, salir con la luna, retornar al agua bendita.
Aromas nuevos que huelen  como casa, mucho abrigo.
Ya estoy más allá: lejos del mundo; lejos de mi: hecha tinta y hecha luz.
Puedo abrir los ojos y seguir flameando: contemplandote.
Y entonces veré mi yo más mío, y cada camino, cada rincón habrá valido la pena ser andado y ser visitado; bien vivido tendré el dolor, y más aún se valorará una risa y aquella pérdida si encuentro entre las llamas y el extasis de tus brazos contenedores, el amor.
Como un túnel interminable a lo más profundo del ser para conocerlo de a dos. Mientras alrededor el mundo se despoja de males innecesarios gracias a la sinergia inagotable de nuestro andar en esta Tierra (y más allá del cosmos también).

 

 

 

Aldana Campisi.