El 12 de Noviembre de 1648, nació Juana Inés de Asbaje
más conocida como Sor Juana Inés de la Cruz,
y para sus tres años, aprendió a hablar Nahualt,
porque le gustaba platicar con los indígenas.,
y en las escuelas no aceptaba a las mujeres.
Al no ser aceptada por las convicciones que habían
en contra de que las mujeres se superaran,
decidió ingresar al convento de...
San José de las Carmelitas de los pies descalzos,
ya que a los miembros de la corte o a los religiosos
si les permitían los estudios aun siendo mujeres.
A los doce años aprendió latín en tan solo 20 clases
por ser muy disciplinada para el estudio.
Con la ayuda de su madre quien le apoyo para ésto.
Se cambio de convento para seguir avanzando en sus estudios
y adopto el nombre de ...Sor Juana Inés de la Cruz,
murió en 1695, durante una epidemia de cólera en méxico.
Con una asombrosa libertad de expresión verbalizó,
sustantivos y sustantivizó verbos,
haciendo referencias mitológicas, con un lenguaje que
a veces resulta complicado de comprender para el lector común.
REDONDILLAS -
Poemas de Sor Juana Inés de la Cruz
Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis:
si con ansia sin igual solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien si las incitáis al mal?
Cambatís su resistencia y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad lo que hizo la diligencia.
Parecer quiere el denuedo de vuestro parecer loco
el niño que pone el coco y luego le tiene miedo.
Queréis, con presunción necia, hallar a la que buscáis,
para pretendida, Thais, y en la posesión, Lucrecia.
¿Qué humor puede ser más raro que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo, y siente que no esté claro?
Con el favor y desdén tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal, burlándoos, si os quieren bien.
Siempre tan necios andáis que, con desigual nivel,
a una culpáis por crüel y a otra por fácil culpáis.
¿Pues como ha de estar templada la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata, ofende, y la que es fácil, enfada?
Mas, entre el enfado y pena que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere y queja os en hora buena.
Dan vuestras amantes penas a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas las queréis hallar muy buenas.
¿Cuál mayor culpa ha tenido en una pasión errada:
la que cae de rogada, o el que ruega de caído?
¿O cuál es más de culpar, aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga, o el que paga por pecar?
Pues ¿para qué os espantáis de la culpa que tenéis?
Quered las cual las hacéis o hacedlas cual las buscáis.
Dejad de solicitar, y después, con más razón,
acusaréis la afición de la que os fuere a rogar.
Bien con muchas armas fundo que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia juntáis diablo, carne y mundo.