Quizás vuelva,
cuando agote las lágrimas.
Cuando la rosa azul
por sus espinas se desangre
y mis rodillas sostengan
en la noche un milagro.
Quizás vuelva…
En la llamarada
de ocres encendidos.
Cuando el olvido cruel
desprenda su última hoja
y el hastío del odio
transforme este otoño.
Ella se fue…
Se fue con el sol de la mañana,
ya no sé cuando… ni porque.