Fueron los reflejos de tus suspiros, que me llegaron
desde lejos y como quien espera de la vida lo mejor,
así quedé saturada de lo divino y con el esplendor.
Con enaltecidas ganas de sentir la vida, ahora sé
¿por qué?.. las horas derramadas entre recuerdos tú
no olvidas. Es que siempre cuando miramos a lo lejos
aparece un espectro y aunque no quieras mirar y por
mucho que me alejo, te vuelves materia que atrapas y
atacas como serpiente de cascabel, seduces encantos
de cualquier mujer. Atracción fatal, que sentí en el
aletear de aquellos días, que de ti me vinieron hablar,
que supieron llegar y penetrar en mi, con devaneo y
caricias presas, se hicieron especiales en mi boca y una
desnudez deliciosa hizo su itinerario de besos después,
que vinieron a fallecer en esta ausencia que delata y
asfixia. Porque ahora se escapan sin poderlos contener
los suspiros y quejidos. Que no pudiste esconder dentro
de ti para que más no brotaran. Amanecer de labios
tengo que respirar y poder saludar con el cuerpo esta
soledad de ahora. Atracción fatal que supo capturar, sin
enseñar cómo se disfruta sola, la salida virtual de la aurora.