NATHAIR

UNA COMPOSICIÓN ENIGMÁTICA...

Intentando descifrar las beldades de la existencia,

un grupo de hombres echaban a la suerte su inspiración

y entre sus frases se oyeron decir muchas maravillas

de aquellas que se aprecian con el corazón

 

Hablaron de la belleza de los amaneceres,

de los atardeceres,

del firmamento,

las estrellas,

los planetas,

el sol y la luna…

 

Hablaron de la divinidad de las especies,

de los colores y formas que habitan nuestra tierra,

única como ninguna…

 

Hablaron de bellos sonidos musicales,

tonadas angelicales

 y trinos vivificantes…

Hablaron de mujeres,

de recuerdos,

de romanticismo

y de sexualidad pasional.

 

Casi concluían, que no hay aspecto que resalte más

 que la llama que enciende una mujer

 en un hombre, de su belleza enamorado…

Todos entusiasmados se encantaron con dicha idea

 

Pero otro hombre callado y reflexivo,

escuchó atento y solo con levantar su mirada,

los demás callaron y le escucharon…

Se le oyó decir:

 

“Un hombre enamorado siempre verá en su amada,

la belleza de su piel,

de su juventud,

de su voz,

de su caminar,

de su pensar,

de su manera de hablar

y de la pasión que todo ello conlleva…

pero…

Un hombre que haya “amado” a una mujer,

es capaz de reconocer que hay más que ello…

 

Una mujer se compone de amaneceres,

de anocheceres…

De alegrías y sufrimiento,  

de perversión y sosiego…

 

Se compone de metas cumplidas

y de sueños rotos…

de triunfos perdidos y de nuevos comienzos

 

El sol y la luna se observan en sus ojos,

pero también tempestades y truenos…

La mar y la arena se perciben en su piel,

ardiente y refrescante en un solo instante…

 

El cantar de las aves

y el sonido de las olas,

resuena en su voz…

 

El brillo de infinitos colores rodea su aura

justo en ausencia…

de la oscuridad que en ocasiones penetra su ser.

 

Cielo e infierno, le componen

porque ella está hecha de todo cuanto existe,

es una combinación incomprensible

de dulzura y crueldad,

de belleza y frialdad,

de formas,

… siluetas,

… texturas,

… esencias,

… aromas,

…sabores,

… sentires…

infinitos y sublimes.

 

Es una composición enigmática

de los más grandes anhelos del mundo

y de los peores terrores y miedos del inconsciente,

…en cuya amalgama se gestan sentimientos de vida,

de pasión,

de esperanza

y de mundos desconocidos.

 

Es la mujer,

un resumen del bien  y el mal,

que componen sin distingo,

todo aquello que se puede llegar a amar,

todo aquello…

que puede hacer perder la realidad

 y retornar a la verdad.

 

Es todo y es nada…

depende de quien la mire,

la valore,

la contemple

y la ame…

¡…con libertad!”

 

Esas fueron sus palabras y nadie dijo nada más…

 

 

-NATHAIR-