Decime que me querés,
haceme sentir querida,
que mi alma tiene ansia
de las pasiones perdidas,
las que dan las palabras,
y los suspiros enamorados,
que llegan y llenan el alma
de todos los que soñamos.
Decime que me querés
haceme sentir querida,
con el silencio eterno
de quien no quiere la despedida,
con tus ojos inquietos,
que me desnudan
mientras me miran.
Decime que me querés
haceme sentir querida,
con la caricia intangible
que me despierta y me eriza
me sofoca y me provoca,
que me hace sentir viva.
Decime que me querés,
haceme sentir querida,
con palabras coquetas,
con risas y malicia,
con halagos y piropos,
entre líneas repetidas,
que llenen en mi gran ego,
y la frivolidad que albergo,
que digan que soy hermosa,
que despierto todos tus deseos,
los amorosos y los candentes,
los que a tu amor me someten
solo cuando estoy dormida...
Decime que me querés,
haceme sentir querida,
que hoy me visto de doncella
de mujer cándida y buena,
inocente y cautelosa,
para leer en tus líneas
todas las primaveras
que por vestirme de diosa,
en quimeras están perdidas...
Decime que me querés,
haceme sentir querida,
con palabras que enamoran,
que digan y no digan
con flores divertidas,
que llevan intenciones sanas
y libidinosas escondidas,
que me alimenten el alma,
hasta hacerme sentirme perdida,
entre emociones e ilusiones
desvelos y deseos,
sintiendo al fin que estoy,
en el amor sumergida,
al sentirme por vos, querida...
Marlene Carrillo Vela