Pastor Perozo

Primer rayito de la mañana

Incomparable fue aquella mañana de un diez de agosto, cuando a mi humilde casa llegaste

Incomparable fue el momento cuando por primera vez te tuve en mis brazos

Incomparable fue mi sentido del tacto, cuando tu manito empuñó mi dedo

Incomparable fue tu mirada de querubín, cuando tus ojos castaños vieron mi rostro

Incomparable fue el momento en que presencié tus primeros pasos

Desde entonces, cada día es incomparable

Dios nos bendijo con tu presencia, como el primer rayito de la mañana

!Que alegría siente mi corazón! Cuando llego a casa y escucho tus pasos viniendo hacia mi

Tus abrazos son lo más tierno que recibo

!Que Dios te bendiga! Crisliany Valentina

 

P.P