Cuando la luna pasea
en la noche primaveral
oyéndose al viento silbar
en medio del cañaveral.
A la memoria se acerca
la luz de tu ingenio Mujer
sabiendo que tu querer
es contra viento y marea.
Esa paz que te rodea
cuando el amor en ti descansa
se siente como alabanza
que te hace gozar intensa.
Mil sabores ya se encuentran
en tus labios forjadores
embriagas con sus sabores
a quién libre los posea.
Eres la farmocopea
para los dolores del alma
por intensos que ellos sean
tus remedios los alcanzan.
Y en el terreno baldío
de candorosos amores
haces los surcos mejores
donde siembras tus cariños.
Así convertidos en niños
entregados a tus mimos
siguiendo siempre el camino
de tu pasión de amante.
El hombre es caminante
al lado de la mujer
que sabiendo de su querer
el hombre se vuelve armiño.