boris gold

HOY POR FIN ME ENTERÉ, QUE LOS REYES MAGOS...SON LOS PADRES

(Buenos Aires Diciembre de 2014)

Ayer no fue un día fuera de lo  común que digamos, la mañana se me pasó sin darme cuenta y cuando me quise acordar ya era mediodía, hora de manducar, hay que aprovechar que todavía puedo llevar algo a la olla, porque a este paso…no se.

Daba la impresión que iba a ser otra jornada para el olvido, me entretuve haciendo algunas huevadas…y ya se hizo la media tarde.

Acto seguido salí a la aventura de recorrer el barrio y enterarme de las “novedades” del entorno, nada que fuese novedoso, pero el hombre propone…y Diosito dispone.

En medio de mi paseo y al dar la vuelta en una esquina, me choco de frente con mi amigo Prepucio, Prepucio Gomez para más datos, es un buen tipo, solidario y buen amigo.

Pero hay momentos en que tiene una bujía en corto y comienza a elucubrar cosas dignas de mejor causa y en un momento me hizo una pregunta…y se fue todo a la mierda.

La pregunta del millón fue la siguiente: decíme Pancho (que vengo a ser yo) el día que nos tomemos el raje para el otro mundo, ¿Dónde te parece que iremos? Al cielo o al infierno?.

No les voy a negar que la “profundidad” de su pregunta movilizó las fibras más íntimas de mi ser y puso en guardia a la única neurona que me queda, lo miré fijamente a los ojos, debe haber sido una mirada llena de bronca, porque muy asustado me dijo, que te pasa Pancho, no es para ponerse así, es simplemente una pregunta.

Yo creí que allí terminaba el entredicho, pero no, el siguió con su perorata hasta que en un momento y poniéndose tan serio que lo desconocí, me “vomitó” lo que sigue.

No te olvides que ya somos bastante veteranos y estamos más cerca del arpa que del bombo, por consiguiente debiéramos prepararnos para eso.

Aspiré todo el aire que pude, cerré los ojos y me dije, calmate que los nervios te hacen mal y le contesté con la mayor tranquilidad que pude, que mierda me importa donde voy a ir cuando me muera, si ni siquiera se donde voy air mañana,  parémosla ahí que no tengo ganas de discutir, me pareció verlo asentir y pensé que seguiríamos nuestro paseo en paz.

Pero lo que hizo que se fuera todo al cuerno, fue cuando bajando la cabeza y a media voz lo escucho decir: yo estoy yendo a la iglesia y te aconsejo que hagas lo mismo, el cura me dijo que estamos llenos de pecados y debemos purgarlas con oraciones, si queremos llegar a estar a la vera del Señor.

No se lo que pasó después, pero me vi corriendo desaforadamente por la calle como un poseso, buscando desesperadamente llegar al refugio de mi casa y libre de este trastornado que de seguro se olvidó de tomar la pastilla contra la boludez.

Una vez en mi hogar y a buen resguardo, me preparé un té, lo puse en la mesita al lado de la tele, pensando que viendo algún programa serio y realista, me iría a calmar y terminaría el día a mi entera satisfacción.

Prendo el aparato y doy gracias, porque justamente encuentro un programa realmente de nivel y creíble, no como otros que se la pasan hablando pavadas para desorientarnos, el periodista era un tal  Victor Hugo Morales, un periodista que me hizo ver la realidad en serio, me di cuenta enseguida que lo que hablaban otros colegas, era pura cháchara nomás.

Lo que me mostraba la tele era un señor que en su cara tenía grabada la verdad y yo le creí cuando en uno de sus dicho nos decía, que debiéramos dar gracias a Dios por vivir en un país como este, con funcionarios dignos y al servicio del pueblo.

Después de escuchar todas esas verdades brotadas del alma de un patriota como el que las decía, me dio ganas de salir a la calle y gritar con toda mi voz: GRACIAS ARGENTINA POR SER COMO SOS…y de paso decirle a mi amigo, si vos pensás en la muerte son cosas tuyas y por mi te podés ir al carajo, yo quiero estar más vivo que nunca…PARA SEGUIR DISFRUTANDO TODO ESTO, (¿o me equivoco?... )  

                                      Boris Gold   (simplemente…un poeta)