( I )
Solsticio de invierno,
pálidos cristales...
bajo las azulinas...
y etéreas malvas,
cierro los ojos...
y un puente de guirnaldas
se me vence muy despacio,
lacerando... hoy la tarde,
de ceniza... sol y beso,
( II )
Solsticios invernales...
Entre hojas... hoy quebradas
la realidad del canto
se reconduce... y pálidamente se abandona,
bajo el yugo virginal... y bendecido,
de la solitaria.. y compungida alondra,
y en su diamantino... e impúdico silencio,
bendecida de ilusiones
y de homérico abandono,
adormecida de lisonja...
y de anárquico embeleso,
de cristalina... y utópica anarquía,
deconstruída de ilusiones...
se enamora,
( III )
Utópicamente... y adornada de pasiones
en sus desvencijadas... y pálidas auroras,
bendecida de caricia... y de lirio enamorado,
extrañamente lacerada de ilusiones...
por su cristalina... y primorosa gracia,
impuramente... adornada en sus olvidos,
y lacerada de impúdico... y lánguido abandono,
mayestáticamente... y por la gracia de sus lirios,
revestido en mi delirio... me enamoro.
( IV )
Entre aguas turbulentas
de lirio agasajado...
mi alma... sobrevuela muy despacio
archipiélagos heridos...
pueblos olvidados,
huidos... deshojados...
por el labio... que te sueña,
bajo el manto de guirnalda,
con la nieve... adormecida,
lacerada va la tarde...
de silencio.. compungida,
en tu gélida mirada
bendecida de distancia,
homéricamente demacrada
y adornada de utopía,
idolatrada vas... entre mis versos,
y entre lilas te adormeces,
entre lánguidas....
y etéreas soledades,
en sus alburas coronadas...
te deshaces muy despacio
recordando lánguidamente,
a la aurora... que te vence..
( V )
De labio enardecido
y a pesar de los pesares...
de inabarcable.. y desconsolado beso,
entre lirios opalinos...
dulcemente languideces,
de sollozos manifiestos
te me viertes muy despacio,
entre inolvidables...
e inextinguibles besos...
melancólicamente te mancillas,
de pasiones... te adormeces,
adornada de perla... y anarquía
y reducida... en tus anhelos,
de homérico embeleso
mayestáticamente herida te declinas,
te despeñas muy despacio..
por el abanico... desvestido de la tarde,
que te sueña... en sus colinas,
mal herida... de tórrida lisonja,
y de pálido crepúsculo... compungida,
agasajada vas... de utópico abandono,
y pese a tu indeclinable
.y virulento celo,
por el piélago de mi herida...
te reclinas.
AUTOR: JOSÉ A. PANIAGUA MARTÍNEZ.