Mujer que te levantas día a día
Pensando en el bienestar de tu familia,
Amorosa cuidando de tus hijos
Van creciendo en las mieles del cariño.
Sonríes a pesar de estar llevando
Las riendas del hogar sola en el mundo,
Te dejaron con los niños siendo críos
Por un hombre sin moral, ruin y mezquino.
Tu belleza se marchita lentamente
Pero sigues trabajando con ahínco,
Como abeja libando entre las flores
Llevas siempre el alimento de tus hijos,
Que crecen sin notar como en tu rostro
Las huellas del tiempo van dejando
Los surcos del dolor y sacrificio.
Hoy que ya no estas, siempre pensamos
Que te fuiste sin haber correspondido
A esa fuerza que infundías en nuestro cuerpo
Y minaba poco a poco tu organismo…
¡ Hoy quisiéramos tenerte Madre Amada,
Pues sin ti, la soledad es un castigo¡