Por supuesto que te espero
hasta siempre si fuera necesario
pegado aquí cual insecto al acecho
en la ventana que da a tu cuerpo impaciente.
Yo no soy como los otros que has tenido
galanes pasajeros de trenes nocturnos.
Nado en una gota de agua si quieres
o vuelo por universos ilimitados
desde mi solitario escritorio
atestado de fábulas.
No desesperes amor en las noches
cuando yaces al lado de tu caballlo silencioso
que yo me duermo solo y arrullado por tu alma
y huelo perro fiel tus fotografías para excitarme.
Los paisajes se borran a veces
como viejas pinturas olvidadas
llorando sus abandonos sujetando algún rincón
para luego desaparecer en el polvo del desván.
Yo soy tu barrendero yo las rescato
las cuelgo al sol y al viento
grito tu nombre que jamás logro olvidar
y espero el momento de la bendita comunión.
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Arte visual: Ian Welden.