Paré mi noria
bajé deslizándome por el arco iris para alcanzarla
ella estaba huyendo con mis sueños
robados en la oscuridad de un eclipse.
Voltió para decirme adiós,
ojos ingenuos se reflejaron en sus lágrimas,
desapareció, asustada por una racha audaz
sin explicar la razón de su prisa.
¿No me había confiado sus secretos?
Hicimos el amor salpicados por una lluvia de estrellas
nuestros cuerpos fundidos uno en el otro
consumidos enteramente por un encantamiento.