Cuento la historia
de una cigarra
que es muy gritona
y nunca se calla.
.
Esa cigarra
que aquí se menciona,
es muy nombrada
y se llama Eulogia.
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Vive en un tronco
pegadita a su corteza,
de un árbol frondoso
entre la maleza.
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Cuando llegan leñadores
por aquel lugar,
Eulogia al oír sus motores
comienza a gritar.
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Cierran los ojos
medio enloquecidos
y quedan sordos
por el fuerte sonido.
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Salen espantados
sin trozar la madera,
pues los gritos dados
en sus oídos resuenan.
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Nadie se ha atrevido
a cortar ni un árbol
de ese bosque lindo
del que hoy les hablo.
.
Por eso Eulogia
en el bosque aquel,
todos la nombran
la guardiana fiel.
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela.