Piedrita blanca,
guijarrito,
cómo estás,
mi vulnerable piedrecita?
¿Cómo estás?
Voy a curar tu hambre.
Trae ese cuchillo, por favor.
Ése, el más filoso,
el de punta más aguda.
Te lo hundiré en tu último deseo
para que respires
desolado
tu inmediata muerte.
G.C.
Direc. Nac. del Derecho de autor