Ya ha llovido.
Y sigue doliendo tu árida ausencia.
Y se quedaron los pájaros cantando.
Y en nuestro hogar una urraca graznando.
Ya ha llovido.
Y la normalidad pide paciencia.
Y llegará. Quizás ya haya llegado.
Pero nos quiebran rayos desolados.
Ya ha llovido.
Pero no con suficiente frecuencia.
Y cada triunfo te trae a mi mente.
Y en ningún fracaso te tengo ausente.
Ya ha llovido.
Y cada alma guarda algo de tu esencia.
Pero sería mucho mejor verte.
Y que hicieras mil burlas a la muerte.
Ya ha llovido.
Pero el recuerdo atiza con violencia.
Pero apareces cada anochecer.
Pero aún queda mucho por llover.