AÚN ©
Aún puedo evocar mi lejana infancia,
jugando con amigos trompo y ruleta,
en los hilos, ….trabada la cometa
¡y el desorden de juguetes en la estancia!
Yo recuerdo los raspones en mis piernas,
por en juego recibir una patada
y mi madre diciendo, – ¡no fue nada! –
dándome caricias, calmantes y tiernas.
Recuerdo el volar de infantes fantasías,
corriendo contra el viento una gran pradera
montado en veloz caballo de madera,
consumiendo el tiempo, las noches y días
Todavía guardo en mi alma primaveras.
Ilusiones y recuerdos en alianza
me mantienen con aliento y esperanza
y aún esbozo fantásticas quimeras.
Aún mis fuerzas no llegan a su fin
ideales siempre puedo enarbolar.
Contemplar las bravas olas en el mar
y podar las muchas flores del jardín.
Aún gozo de una tarde iluminada,
viendo al aire las libélulas danzando,
un palomo a su pareja cortejando
¡y en las nubes….la gaviota dibujada!
Aún puedo guiar mis pasos hacia el río
y sentarme en una piedra de la orilla
disfrutarlo como octava maravilla
al sentir del agua lo erótico y frio.
Aún puedo, transitar en el camino
y tomar varias flores entre mis manos.
Hacer de buenos amigos mis hermanos,
sintiéndome todavía peregrino.
Descansar por instantes en la vereda
y oír de los añejos pinos el rumor.
Sentir en todos los lados el amor,
y un gran suspiro,… que flotando queda.
Aún puedo en el bar, sentarme en su barra
requerir variadas copas de espumante.
Ver la gente, relajada e hilarante
y oír, en el fondo, el vibrar de una guitarra.
Sigo viendo con pupilas fulgurantes
a quien ha sido siempre mi fiel amada.
Dios pródigo, me la tiene destinada,
al apoyo de mis pasos vacilantes.
Y al decidir las fuerzas abandonarme
y cuándo yo, solo pueda ya llorar,
sabré que mis manos se podrán juntar.
Dios su apoyo omnipotente habrá de darme
y así, de nuevo, con fuerzas y emoción,
podré, lúcido, ¡elevar una oración!.