Sé, y asiento en que desear lo que se quiere,
es sentir cómo un zarpazo en la noche
cubre la soledad y aviva
el hambre que acrecentan las ansias por su anhelo ...
Sé que presente la luna, con las estrellas se procura
en pintar las noches blancas cuando la mente se apacigua...
Que arriva como el amor,
antes que el fuego...
y con el fuego quema las ansias que nacen de sus desvelos...
Sé, que entre dos afloran designios de un sentimiento,
que sólo ellos dos crean en un conflicto de miradas, de silencios, de sensaciones que se absorben...
Entre dos... sólo entre dos...
dos que mecen al viento, encienden las estrellas, calientan la luna... se hablan, y en pequeños retazos comunican sus almas;
Sin hablar se hablan... me tienes, te tengo, te ausentas, te espero...
pues como dos otoños somos que suman
día y noche sin temor al invierno...
Tú... la gota de vida que certeramente inoculada
bombea la sangre
de mis venas invadiendo y arrasándome al completo....
Yo... el propietario de tantos besos guardados, que infunden incluso temor en mí; mas que pienso, y si de ellos hubiera por los que hacerte el amor, cielo... sería declararte una gerra sin escepción...
Ahora sí, asiento de nuevo, ¡y pienso de ti!...
La que a mí sólo cuando despierta me cuenta de sus sueños...
La que me dice ¡Te escribí!... y en los instantes que leo, toda mi piel se hace palabra en cautivos adverbios...
la que comprende mi huella...
Y sabe que jamás escribo para que mire de lejos mis palabras...
...Sabe y lo hago, para que trepe,
para que escape,
para que sepa y sienta si las hubiera, romper las cadenas
de la costumbre.
Y así, si escucha otra voz
cuando me lee... sienta que sólo es mi voz:
LA QUE LE HABLA.
SSM.10-03-2016.