Existe algo que ostenta su despotismo.
Existe algo que no tiene mesura en su presencia.
Que habita en cada ser viviente.
Que llegó para jamás irse.
Existe algo que no quiere ser descubierto.
Existe algo que es fiero y sanguinario.
Que no muestra interés en ser apreciado,
Que se manifiesta inverosímil.
Existe algo que es poderoso,
Y no merece ese poder.
Existe algo llamado tiempo.
En su naturaleza no se permite la misericordia.
Su esencia aborrece la bondad.
Prevalece con el objetivo de robar vida.
Su único amigo es la enemistad.
Se relaciona a sí mismo con la cura del alma.
Se vanagloria de su impetuosa energía.
Cree que es el amo de la vida,
Que sin él, no habría más que caos.
¿En realidad es tan bueno como se describe?
No le aprecio voluntad de proceder magnánimo.
Él simplemente existe y no importa nada.
Por donde pasa, siempre deja algo que lo convierte en recuerdo.
¡He ahí el éxito de su estrategia!
Se dice que él lo sana todo,
Que él se encarga de acoplar cada engranaje.
Sin embargo, veo que sólo pasa y pasa
Sin el deseo de hallarle la razón a quien le cree.
Sigue cayendo la noche y sigue amaneciendo.
Sigue arribando y ausentándose gente.
Sigue avanzando ese maldito artefacto que lo representa,
Y nada cambia, nada mejora.
¡Todo era mentira!
Aquí sólo pasa eso, sólo pasa el tiempo.